Polifonía de contrastes. Escenas propias de fotografías tomadas con una cámara digital. Me redescubro en la soledad del lugar más transitado de ésta preparatoria. El ángulo de 90º formado en aulas III me deja observar desde lejos lo irónico del momento: Me puedo detener en los trajes que portan mis compañeros – aclaro, es el viernes previo a Halloween -: sirvientas con trajes de quinientos pesos; cavernícolas escuchando música en un iPod; ángeles sentadas en las piernas del macho alfa. La tradición norteamericana del consumismo, calabazas y dulces sepulta a la mexicana con todo y calaveritas de azúcar, papel de china morado, las velas y las flores de cempasúchil. Monterrey claramente no es México; aquí se olvido el propósito de recordar a los muertos y a reírnos con la muerte – no “de” la muerte -. Sin la intención, claro está, del ridículo, sino con una solemne alegría.
Un intendente que goza del salario mínimo (cuantos mexicanos no tienen esa dicha) recoge una lata de refresco en medio de la placita. Si juntáramos lo que hay en las carteras de menos de diez estudiantes tendríamos su salario del mes; con los celulares de dos estudiantes lo que ganaría en tres meses; dos laptops juntarían el dinero que gana en un semestre; y con sólo revisar el bolsillo de no menos de una tercera parte del alumnado congregado en la plaza, encontraríamos las llaves de un auto último modelo – Salario de uno o dos años del conserje que ahora deposita la basura recolectada en el contenedor -.
A nadie le importa el intendente. Nadie lo observa. Sólo es un ente sin valor. Sin razón. Sus insultos no ofenden y sus pasos no dejan huella. El se limita a observar. Él recoge una lata de refresco; él observa a una dama; él la sigue con la mirada; él ve una envoltura de frutras en el piso; él ignora la basura, mete las manos en las bolsas del pantalón – sucio, viejo, azul -, él se introduce en el edificio de aulas III.
¿Quién está más sólo? ¿Él que está conciente de su verdadera ( en el sentido generalizado del termino ) soledad; o el que, conciente de no estar sólo, se siente ( y se sabe ) sólo? ¿Qué es la compañía en todo caso? …
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