miércoles, 3 de febrero de 2010
Y la poesía fluye entre antiderivadas (o porque me da weba la clase de matemáticas)
No será sorpresa para quien me conoce, pero para los que no, diré algo significativo para mí: Detesto las matemáticas.
Dato curioso, no he reprovado esta materia en los cinco semestres anteriores.
Razón: mis últimos dos profesores me pasaron con setenta.
No sólo es no entender la materia; no es sólo que no comprenda de derivadas, de ecuaciones, o de formulas tan complejas como absurdas: no me interesa aprender.
Los últimos tres semestres he decidido leer en clases y, últimamente, ponerme a escribir que prestar atención.
Quizás es mi micromodo de protesta ante la inconformidad de que los estudiantes que no van para el área de ingenierías se vean obligados a tener que llevar esa materia.
No estoy deacuerdo que el Tec genere personas que no piensan y que en las matemáticas vean una materia "útil", en comparación con las clases de Literatura, Política, Historia, Economía o Filosofía.
No creo tampoco que su misión sea crear humanistas ni los premios noveles del mañana ni tampoco los nuevos revolucionarios marxistas, pero sí que se deberían enfocar en áreas de conocimiento que no sean tan frías y "practicas" como física, matemáticas y química.
En fin, hoy volví a escribir un poema en la clase (o dos?, no recuerdo), después estarán aquí. No me gusta subirlos todos de golpe.
Pero qué le agradezco a las matemáticas: que de otro modo, no escribiría tanto.
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